LEYENDA DEL CERRO GRANDE
 

Entre los años 1850 a 1910 existió una banda de bandidos en un cerro conocido como el cerro Grande. Estos bandidos se dedicaban al asalto de diligencias que iban a vender minerales a la ciudad de Zacatecas y al pasar cerca del cerro eran atacados por los malhechores. Estos tenían como guardia una enorme cueva en la cual acumulaban lo robado entre lo saqueado se encontraban grandes centenarios, monedas de plata, barras en plata y oro; y se dice que últimamente se han encontrado herraduras de plata pura. Cabe mencionar que en cierta ocasión en esos tiempos una señora de nombre Doña chencha la cual era originaria de la ermita era solicitada por esos bandidos para atender los partos y curaciones con hierbas naturales, en una ocasión ella hizo mención a algunos habitantes de la comunidad, que al introducirla o guiarla al cerro Grande antes de entrar o subir le vendaban los ojos y la ataban a las manos sin darle a conocer ni la entrada ni la salda de la mencionada cueva pero eso no fue motivo para darse cuenta que en el interior de la cueva existían cantidades enormes en oro y plata.

Posteriormente y sin hacerle ningún daño a la señora la regresaban de la misma manera que entraba atada y vendada regresaba a su casa.

Para los años de 1910 a 1915 estos bandidos observan las cantidades de federales a causa del movimiento revolucionario y antes de ser descubiertos preparan la huida cada uno llevándose lo que pudo momentáneamente, antes de retirarse sellan totalmente la entrada de la cueva para luego abandonar por completo el lugar; donde dejaron gran parte de lo robado. Actualmente esta es una leyenda pero hay quienes aseguran que es cierto ahora, pues quien sabe si alguien tendrá la fortuna de encontrar el mencionado tesoro.